…nuestros recuerdos son también ficción, porque evocamos las situaciones de una manera fragmentaria que unimos con una pequeña narración para que adquiera sentido; ¿realmente pasaron las cosas como las recordamos? ¿o las recordamos como queremos recordarlas? La mayor parte del tiempo recordamos y percibimos lo que queremos, pues ¿cómo aprehender lo que está fuera de ti?
Y así se va creando un inventario de sueños, los favoritos y los que odiamos, y los sacamos de vez en cuando para que les dé el sol, para sentirnos felices o tristes, con bríos o desanimados, como una canción seleccionada en el Ipod de la vida, que nos acompaña en un determinado momento, en el viaje o cuando vamos a dormir.
Tú eres mi canción favorita porque cambias todo el tiempo en mi mente, a veces eres un blues muy triste que me hace llorar, o una canción de amor que ablanda; también eres una melodía extraña que no conozco y suena a lo lejos, indiferente, como un ruido de fondo al que no se le hace mucho caso. O puedes ser música para bailar y divertirse, simplemente un ritmo que le hace bien al cuerpo.
Lo cierto es que estás aquí, pero eso no existe si no lo escribo: estás aquí. Quiero que sepas que estás aquí, y lo escribo; también yo quiero saber que estás aquí, y busco que los demás sepan que estás aquí, sin saber quién eres, porque mi sueño exige tu presencia.
Y sólo así le doy respuesta a todo lo que un día no pude contestarte…
Y así se va creando un inventario de sueños, los favoritos y los que odiamos, y los sacamos de vez en cuando para que les dé el sol, para sentirnos felices o tristes, con bríos o desanimados, como una canción seleccionada en el Ipod de la vida, que nos acompaña en un determinado momento, en el viaje o cuando vamos a dormir.
Tú eres mi canción favorita porque cambias todo el tiempo en mi mente, a veces eres un blues muy triste que me hace llorar, o una canción de amor que ablanda; también eres una melodía extraña que no conozco y suena a lo lejos, indiferente, como un ruido de fondo al que no se le hace mucho caso. O puedes ser música para bailar y divertirse, simplemente un ritmo que le hace bien al cuerpo.
Lo cierto es que estás aquí, pero eso no existe si no lo escribo: estás aquí. Quiero que sepas que estás aquí, y lo escribo; también yo quiero saber que estás aquí, y busco que los demás sepan que estás aquí, sin saber quién eres, porque mi sueño exige tu presencia.
Y sólo así le doy respuesta a todo lo que un día no pude contestarte…