martes, 22 de abril de 2008

Fragmentos de una correspondencia perdida


…nuestros recuerdos son también ficción, porque evocamos las situaciones de una manera fragmentaria que unimos con una pequeña narración para que adquiera sentido; ¿realmente pasaron las cosas como las recordamos? ¿o las recordamos como queremos recordarlas? La mayor parte del tiempo recordamos y percibimos lo que queremos, pues ¿cómo aprehender lo que está fuera de ti?

Y así se va creando un inventario de sueños, los favoritos y los que odiamos, y los sacamos de vez en cuando para que les dé el sol, para sentirnos felices o tristes, con bríos o desanimados, como una canción seleccionada en el Ipod de la vida, que nos acompaña en un determinado momento, en el viaje o cuando vamos a dormir.

Tú eres mi canción favorita porque cambias todo el tiempo en mi mente, a veces eres un blues muy triste que me hace llorar, o una canción de amor que ablanda; también eres una melodía extraña que no conozco y suena a lo lejos, indiferente, como un ruido de fondo al que no se le hace mucho caso. O puedes ser música para bailar y divertirse, simplemente un ritmo que le hace bien al cuerpo.

Lo cierto es que estás aquí, pero eso no existe si no lo escribo: estás aquí. Quiero que sepas que estás aquí, y lo escribo; también yo quiero saber que estás aquí, y busco que los demás sepan que estás aquí, sin saber quién eres, porque mi sueño exige tu presencia.

Y sólo así le doy respuesta a todo lo que un día no pude contestarte…